

Se trata de un hotel mágico, sólo con entrar en la recepción ya sabes que no querrás salir de allí. Son casetas de madera, muy bien hechas y decoradas. Todo tiene un aspecto tranquilo y relajante. El SILENCIO es algo que os sorprenderá, y también que no se puede fumar en ningún sitio! Oye quizá sea un buen momento para dejarlo!
La comida mmmmm.... EL DESAYUNO ES GENIAL! pan con tomatito, tortilla de patata buenisima! de todo, y muy rico! El comedor tiene unas vistas increibles y si os hace bueno podreis desayunar viendo las vistas y con el solecito en la cara...
El servicio genial, todo el mundo muy agradable.
ES PERFECTO PARA IR CON TU PAREJA! y si no la tienes, pues nada, tranquilamente tu solito!